lunes, 27 de enero de 2025

Sobre la unidad de la izquierda: dos propuestas y una pregunta

(Esto es lo que hubiera querido decir, pero por falta de tiempo no fui capaz, en una reunión donde se debatía sobre la unidad de la izquierda)

La unidad de la izquierda se entiende, la mayoría de las veces, como la unidad de los partidos y la coalición electoral. Cuestiones que son necesarias, de cara a las elecciones, pero que hoy día no son suficientes. El proceso al que nos referimos con unidad de la izquierda (UI, en adelante) debe aspirar a ser algo más profundo.

Se hace necesario plantearse la unidad de las personas de izquierda porque con todas las idas y venidas de las distintas organizaciones de la izquierda, con sus desencuentros y reencuentros, las que también van y vienen son las personas que las componen o se identifican con estas organizaciones así como muchas que quedaron en el camino. Estas personas, que también portan las afinidades y diferencias, son las que pueden constituir el proceso unitario. Por eso es importante plantearse la unidad de las personas de izquierda (UPI, en adelante) como prioridad. Ciertamente, a esto ayudan mucho las acciones concretas (concentraciones, manifestaciones, por ejemplo), pero es bueno tenerlo presente de cara a organizar un proceso constituyente de la UI.

En un primer momento, el papel de las organizaciones es importante para facilitar este proceso de de UPI y aceptar dejar en segundo plano la unidad electoral, que habrá de surgir más adelante como un resultado de la UPI.

Bien, de cara a la UPI, la cuestión a la que deberíamos respondernos, de manera individual, es: por qué estoy aquí; por qué he venido. Es una pregunta que apela a la necesidad interna que tengo, en relación con lo que me rodea, que no encuentra otro modo de expresarse que reunirme con otras personas que dialogan sobre la unidad de la izquierda.

Ciertamente, cada respuesta será diferente, y estaría bien, además de hacer el esfuerzo individual e interior de respondernos a nosotros mismos, haciendo consciente nuestro pensamiento, que se compartiera. Porque, en el comunicarnos la respuesta a “¿por qué he venido?” podemos descubrir aspectos que dábamos por sabidos que estaban equivocados, o aspectos que no se tenían en cuenta, etcétera. Con ser bueno, no es indispensable esa objetivación de nuestro parecer.

En cualquier caso, por distintas que sean las diferentes respuestas, muchas de éstas manejarán dos elementos: conciencia individual y transformación social.

Estas dos cuestiones son el objetivo de las dos propuestas que traigo. Pero, antes de pasar a ellas, quiero insistir en la importancia de la pregunta constituyente (¿por qué estoy aquí?). Porque este proceso, para ser genuino, honesto, sincero, debe ser la materialización colectiva de la satisfacción de aquella necesidad interna, de la pregunta constituyente. Y, aunque diversas puedan ser las respuestas individuales, la respuesta colectiva ha de ser única, común. Esta solución comunitaria empieza aquí y ahora.

La primera propuesta tiene que ver con las conciencias individuales, la lucha de ideas, la batalla cultural, llámese como se quiera, requiere poner el acento en los medios de comunicación; la izquierda debe, con los medios que tiene (hay muchos medios de comunicación y operadores en redes sociales de izquierda) y con lo que pueda crear, operar sobre el proceso en que las personas producimos nuestra propia conciencia. En esto nos va la vida.

La segunda tiene que ver con transformar la sociedad; la sociedad capitalista está cambiando, la lucha de clases ha cambiado, las formas políticas están cambiando, la sociedad se derechiza y la ultraderecha crece. Esto no es una maldición ni una casualidad. Es necesario un diagnóstico de la sociedad, del momento, basado en un método en consonancia con el objetivo (crítico y revolucionario), que nos permita plantearnos un programa realizable en la dirección de superar el capitalismo, lo cual implica mejorar las condiciones de vida de la mayoría, empezando por la clase obrera (socialismo o barbarie).

La izquierda no puede quedarse parada. Nos pueden ganar porque sean más fuertes, pero no porque bajemos los brazos. Por eso necesitamos todos los brazos y todas las cabezas, por eso necesitamos empezar por la Unidad de las Personas de Izquierda.

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