domingo, 28 de abril de 2024

Marx, el lawfare y la lucha de clases

Una respuesta aclaratoria al compañero Torrijos (https://www.eldiario.es/andalucia/en-abierto/lawfare-contado-alguien-sufrio_132_11321326.html)

El lawfare, el uso partidario de la justicia (jueces), la jauría mediática, la caverna judicial, las cloacas policiales, y otros tipos de ataques a políticos, sindicalistas y activistas en general, que la clase capitalista señala como enemigos, no es un fenómeno nuevo. Acompaña a la lucha de clases desde sus comienzos.

Sin ir más lejos, el asesinato de los mártires de Chicago que está en el origen del Primero de Mayo como día internacional de la Lucha de la Clase Obrera, es un ejemplo.

Pero, incluso antes. En el capítulo 8 de El Capital de Karl Marx, donde este expone con gran detalle histórico la lucha de la clase obrera contra la hambruna de plusvalor que padece la clase capitalista. Mostrando cómo ésta, primero para prolongar la jornada laboral y después reaccionando a la limitación y acortamiento del tiempo de trabajo, recurre a diversos mecanismos que no tienen que envidiar a los fenómenos actuales a que nos referimos. Así en aquellos entonces aparecen campañas de capitalistas, reducciones salariales, despidos, promoción de disidentes y esquiroles, acusaciones a inspectores de trabajo que denuncian los abusos empresariales, represión y cárcel para líderes, triquiñuelas legales, jueces locales de parte, leyes sin dotación presupuestaria, entre otros escerceos antiobreros.

Y es que todas esas argucias de la clase capitalista son las formas concretas de la lucha de clases. Puede parecer una obviedad, pero se dice poco, y no llamar a las cosas por su nombre ayuda poco a esclarecer la situación. Lo concreto real siempre tiene determinaciones que sobrepasan cualquier representación mental, por eso la dialéctica es mas potente que el método científico. Las formas actuales presentan aspectos distintivos, pero no cambian el carácter; porque las formas con ser importantes no dejan de ser formas y mientras subsista el contenido, éste termina expresándose. Y el contenido, respecto de los fenómenos que hablamos, las distintas modalidades de la represión y el ataque en defensa de la clase capitalista, y en contra de la clase obrera, es la lucha de clases. 

Es más ni si quiera la modalidad antidemocrática, burda, violenta o brutal de las clases dominantes, son una novedad, y menos en España donde experimentamos el golpe nacional-católico a la segunda república, una guerra civil de dos años, la criminal represión posbélica y una dictadura fascista de cuarenta años.

Sin embargo, algo nuevo estamos viviendo, y no solo en España. 

La clase capitalista reacciona a buena parte de los avances ciudadanos, cuyo origen es el desarrollo de la relación de solidaridad que se erige sobre la compraventa de la fuerza de trabajo, con el retroceso de derechos y la involucion, a veces disfrazados por el discurso de la libertad-carajo o de la cervecita en los bares; así como de la noticia y el periodismo basados en la mentira y que por burdo que sea van con ello; o de la justicia que admite a tramite lo que no tiene veracidad, filtra titulares y se pega años alimentando el desprestigio y el escarnio públicos. Qué momento , y qué características reviste, el desarrollo del capitalismo, cuya clase representante necesita para sostenerse recurrir, no ya a las formas violentas y brutales, sino a las formas que no son formas: la mentira, el negacionismo, la involución, el odio al diferente (alterfobia), el populismo… Esto nos pone en frente de una clase capitalista que ya no está capacitada para representar, de forma pacífica, su propia relación social general (el capital), o sea una clase que no está en condiciones de dirigir la sociedad, y se resiste a dar el testigo.

Por ello, A. R. Torrijos tienes razón, hoy toca defender el capitalismo bajo sus formas democráticas -mucho menos lesivo que el capitalismo no democrático-. En mi opinión, es la forma de luchar, hoy por hoy, por el socialismo.

En lo que no estoy de acuerdo es en dar un cheque en blanco, necesitamos garantías de que luchamos para avanzar en la democratización de las estructuras que están permitiendo la reacción antidemocrática capitalista: periodistas y medios de comunicación que mienten impunemente bajo el paraguas de la libertad de prensa; jueces y policías que actúan sin rendir cuentas de actos que perjudican claramente y lesionan; leyes que atacan la libertad de expresión de quienes ponen en cuestión a la monarquía (a la familia real no se la puede calificar) pero no al gobierno (a los políticos se les puede insultar hasta el aburrimiento), entre otros. 

Pues sí, compañero Torrijos, llevas razón; y todo lo que cuentas se llama lucha de clases. Hoy nos toca defender el capitalismo “democrático”, y si en el camino cae la clase capitalista no nos agachemos a recogerla.

En Sevilla a 28/4/2024, por Pedro Andrés González Ruiz

domingo, 14 de abril de 2024

Apuntes sobre La II República española y el capital

La II Republica española y el capital (apuntes)

Capital y república


El papel histórico de la II Republica, qué pinta o deja de pintar la II República en el desarrollo capitalista español.

Contexto internacional  de la II Republica (IIR), la IIR y la acumulación mundial de capital.

Las condiciones materiales que hicieron posible  a IIR, qué determinación fue la principal.

Significado actual de la IIR.

El 14 de abril, día de la proclamación de la IIR en España. 

La economía política de la IIR, ¿qué condiciones económicas hicieron posible la IIR?


Soler Montagud, Alberto. La II república: fracaso o proyecto interrumpido

La España de los años 30: rural y urbana.

Elecciones en abril que ganan los partidos repúblicanos.

Las reacciones de los distintos medios de comunicación según su ideología.

Las clases poderosas, particularmente la monarquia, se inquietan, toman miedo. El rey se va.

El 14/04/1931 se instaura la II Republica española. Se ponen en marcha diversos proyectos progresistas e igualitarios.

En 1933 elecciones que gana la derecha. Se frenan los proyectos progresistas.

Nuevas elecciones en 1936, donde los socialistas se alian con los republicanos.

Ante el temor de que ganen, algunos militares, apoyados por capitalistas, dan un golpe militar, se insubordinan, lo cual desencadena la Guerra Civil Española, que dividirá al mundo en dos según apoyen a un bando o a otro.



YO, 12/04/2024

Materialismo. La economía como determinante de la política y la ideología. Fijarse en las condicioens materiales que dieron lugar a los fenomenos políticos e ideológicos.

Aspectos de la economía: relaciones sociales de producción, fuerzas productivas, rural vs urbano, población, relaciones internacionales, 

Aspectos juridicos, politicos: parlamento, gobierno, leyes, partidos, alianzas, clases, medios de comunicación, 


Es frecuente presentar a la IIR como resultado de la lucha de clases, en la que la fuerza de las clases en conflicto depende del apoyo exterior (internacional) e interior.

En la presente articulo pretendemos ilustrar algunas tesis que el marxismo ha venido defendiendo, aplicaremos dicho planteamiento al caso concreto de la IIR.

El primero, de carácter materialista, es que la estructur economica (base) determina la superestructura ( juridica, política e ideologica).

La segunda que la lucha de clases es la forma de la acumulación de capital.

Las fuerzas productivas y las relaciones de producción.

El avance, o desarrollo del capital, de manera contradictoria (lucha de clases). Ciclo económico (expansion y crisis).

Las tendencias del desarrollo del capital: aumento de capacidad productiva, aumento de la tasa de plusvalor, la plusvalía relativa, el descenso del valor de la fuerza de trabajo, expansion de la mercancía y del valor, desarrollo del estado, 

¿Por qué surge la IIR? ¿Por qué se termina la IIR?

¿Qué necesidad del capital expresa la IIR?


JIC

proceso nacional del proceso de acumulación de capital

la forma concreta política e ideológica general

las formas que adopta la acumulación de capital en España

desarrollo de las fuerzas productivas

abaratamiento de la fuerza de trabajo

especificidades de la Argentina: la renta de la tierra, la deuda externa, concentración y centralizacion del capital, la venta de la fuerza de trabajo por debajo de su valor, 


La IIR aparece como un complejo de formas concretas. La forma real concreta, frc.

Tomamos una forma real concreta, frc.

Vemos que tiene una potencia a realizar, que la frc es susceptible de ser transformada (para dirigir su cambio necesitamos conocerla, conocer sus determinaciones).

Nos preguntamos por su necesidad, por la necesidad de la frc; la frc se nos presenta como una potencia a realizar cuya necesidad no se reduce a sí misma.

Procedemos al análisis de la frc.

Separamos la potencia realizada, actualizada, forma; de la potencia a realizar, potencia, contenido. Buscamos la necesidad de la potencia a realizar a través de la potencia realizada.

La IIR en la evolucion de las formas de estado y de gobierno: dictadura de Primo de Rivera-segunda república-dictadura de Franco; la IIR como desarrollo de la lucha de clases, agudizacion que termina en la Guerra Civil.

La IIR es el intermedio entre dos dictaduras fascistas que implica formas brutales de opresion de la clase obrera; la necesidad que determina a la frc está realizada en la forma (acto); la necesidad que determina a la frc se presenta como potencia a realizar.


JIC. La especificidad de la acumulación de capital en la Argentina desde la crisis de los 30 al fin de la II Guerra Mundial

Crisis de superproducción general toma la forma concreta en la caída de los precios agrarios en el mercado mundial, lo que reduce la renta diferencial de la tierra, lo que expulsa a algunos capitales agrarios que tienen menor capacidad productiva. Se contrae la producción y su apropiación del Estado y otros sectores (deben desaparecer las formas concretas de esta apropiación) cuya base es la sobrevaluación de la moneda, entonces se devalua, pero como se mantiene el impuesto a la importacion. Los precios internos de la generalidad de las mercancías importadas se sitúan por encima del precio de producción. La crisis de superproducción general toma la forma de extensión del capital industrial a más esferas con el límite del mercado interno. Dado su escaso tamaño.



YO, 12/04/2024. Las tesis que exponemos son:

La economía determina a la política y a la ideología.

La economía española del período republicano, esto es el proceso nacional de acumulación española de capital, como forma de la acumulación mundial de capital (contenido).

La IIR, o el estado español del periodo republicano, como la forma política del proceso nacional de acumulación española de capital.


Comin, F. La Gran Depresión y la IIR

La Gran Depresion que comenzó en USA en 1929 se transmitió a otras economías.

A España le afectó menos.

La adversa coyuntura internacional intensificó la desaceleración económica presente en 1928.

La crisis económica desencadenó inestabilidad social y política.

Los problemas económicos contribuyeron a la caída de la dictadura de Primo de Rivera (1923-1929), la dictablanda y la monarquía, y con ello al adevenimiento de la IIR.

La inestabilidad social y política fue generalizada en Europa.

El contagio internacional influyó decisiviamente en la recesion economica europea y española.

La economía española, además, influida por sus caracteristicas propias: atraso y su debilidad política.

En la interpretación tradicional: niega el contagio de la crisis internacional achacando la situacion economica a los errores de los políticos, particularmente los republicanos.

Los estudios recientes lo desmienten:

- en España la crisis fue más corta y moderada: disminuyo inversion desde 1928; aumento de huelgas en 1930 por reduccion de represión;

- aumento de gasto público en obras publicas, para compensar la caída de la inversion privada (se inició en la dictablanda);


Arias Moreira, XC. La política economica (1926-1931)

Semejanzas entre la política economica de la dictadura y del primer bienio de la IIR: igual jerarquia de objetivos así como comparten la contradiccion entre objetivos declarados y algunos instrumentos; poco rigor y paradoja de que el fracaso en algunas politicas terminara generando efectos positivos; exagerada preocupacion por el tipo de cambio. Entre las diferencias: coyuntura internacional; modelo de crecimiento (intervencion publica); politicas estructurales.

Contexto internacional

De 1925 a 1929, prosperidad económica mundial: expansion de la producción y de la renta, comercio internacional. Período intermedio entre dos fases del capitalismo; entre dos guerras mundiales;


Yo, 12/04/2024.

Las investigaciones recientes sobre la historia contemporanea de España así como el impulso en la puesta a punto de las estadísticas históricas, están permtiendo una revisión de la interpretacion de lo acontecido en esta época.

Particularmente, los científicos sociales, incluyendo a los historiadores, están avanzando conclusiones que cuestionan la vision tradicional.

La historiografía tradicional venía atribuyendo la caída de la IIR, la Guerra Civil y la dictadura franquista a los errores de los políticos republicanos.

No es el momento, ni estoy en condiciones, para desarrollar estos apartados.

Ahora bien, en la medida que algunos de estos descubrimientos ratifican los planteamietos de la Crítica de la Economía Política, no quería dejar pasar la oportunidad de reseñarlos y contribuir a lo que podría ser una linea de investigación.

Esto puede tener interés, más allá del conocimiento contemplativo, aprender de la práctica de la lucha de clases que acompañó a este período en el que la clase obrera se debatió, en términos históricos, entre la socialización 


 


viernes, 5 de abril de 2024

Inmigración y capital en España

 (Pedro Andrés González Ruiz)

Los recientes acontecimientos racistas y antirracistas en el fútbol, así como anteriormente la publicación de datos sobre la demografía española, han traído el asunto de la inmigración al primer plano, cuestión que el pasado 21 de marzo (Día Internacional contra el Racismo y la Xenofobia) no consiguió.

Por nuestra parte, pretendemos hacer una aportación a este necesario debate con un enfoque acreedor de la crítica de la economía política, que descansa en indagar la materialidad (base económica) tras los fenómenos políticos e ideológicos (superestructura)1.

Antes que nada, aclarar que el fenómeno inmigratorio es complejo, como la realidad misma, y que nos ceñiremos en su tratamiento a: las migraciones transnacionales (sin entrar en la cantidad de países de origen, sus peculiaridades, etc), dejando a un lado las interiores; al aspecto de la recepción sin entrar en la salida (múltiples causas por las que las personas se deciden a abandonar su hogar) y traslado (variedad de métodos usados para ello y todo lo que conlleva); nos referiremos al caso español en las últimas dos décadas (sin indagar en la historia de migraciones hispánicas que nos podrían llevar a los celtíberos). Tampoco haremos una disección del colectivo inmigrante, ni por clases donde el 85 por ciento es asalariado y el resto propietario de medios de producción según el informe del ministerio2, ni por sexos o nacionalidades. Así como no entraremos en la diversidad de formas de integración ciudadana que han de afrontar las personas inmigrantes en España desde los permisos de estancia, trabajo, residencia, doble nacionalidad o la ilegalidad (situación en la que se encontrarían unos 150 mil como mínimo según el citado informe), situaciones diversas que ofrecen una variedad de formas concretas que requerirían un detenimiento mayor del que aquí se pretende.

Nuestro propósito es algo más modesto, indagar en la relación entre la acumulación de capital y el fenómeno inmigratorio en la España actual y explorar la necesaria forma conflictiva que adopta este fenómeno a través de sus expresiones políticas e ideológicas. Vamos a ello.

La inmigración y la xenofobia contemporáneas son fenómenos que hunden sus raíces en la naturaleza capitalista de las sociedades. Históricamente se han dado, pero sus rasgos actuales tienen que ver con el desarrollo capitalista. Cuando salen, mientras se trasladan y hasta que llegan, las personas migrantes son acompañadas por el capital.

Desde los inicios del siglo XXI el capital español demanda la fuerza de trabajo inmigrante. En el año 2023, según datos de la Encuesta de Población Activa, el número de personas extranjeras ocupadas ascendió a 3,84 millones que suponían el 18,4 del total de la población ocupada (el dato más bajo de los últimos 20 años es el 12,6% de 2014).

La causa principal de este fenómeno inmigratorio hay que buscarla en los cambios en la acumulación de capital que afectan a la fuerza de trabajo en dos aspectos. En su oferta, estableciendo una nueva ley de población3 (recuérdese que 1950-1980 España era un país de emigrantes) y, en su demanda, planteando nuevas exigencias de un determinado tipo de fuerza de trabajo.

En el caso de España, el crecimiento demográfico negativo de los nacionales junto al progresivo agotamiento de las reservas laborales tradicionales (la población agraria y las mujeres) termina produciendo la escasez de fuerza autóctona de trabajo. Desde 2012 (19,7 millones) la población activa española disminuye y sólo la incorporación de la población extranjera permite la suficiente oferta de fuerza de trabajo que requiere la acumulación española de capital. En 2015 se inicia, y no ha desaparecido, el crecimiento natural negativo, es decir mueren más personas que nacen. Así, mientras la población nacional en edad de trabajar se redujo en un millón de personas desde 2002 hasta 2022, la extranjera aumentó en más de 4 millones. En 2023 la población extranjera ascendió a 6,1 millones (12,7% del total).

En cuanto a la demanda de fuerza de trabajo del capital español, la inmigración transnacional no solo es una fuente sino que sus condiciones de venta son muy apetecibles para el capital. Según el estudio del ministerio, la integración laboral de los inmigrantes es insuficiente: se sitúa mayoritariamente en puestos elementales, con sueldos sensiblemente inferiores (hasta un 40 por ciento menos), peor contratación (mayor verbalidad, mayor temporalidad, mayor parcialidad), y condiciones inferiores (mayores jornadas, mas horas extras efectuadas y menos pagadas); empleándose en los siguientes sectores: servicio elementales (servicio doméstico, personal de limpieza o vendedores ambulantes), servicios personales (cuidados y dependencia), comercio, manufacturas, instalaciones y montajes, y agricultura. Algunos de estos sectores solo son viables gracias a la sobreexplotacion de la mano de obra inmigrante, incluso ilegal y la ayuda estatal. Un ejemplo es la agricultura del plástico, otro el servicio doméstico o los servicios de cuidados.

Si mañana el ejército laboral inmigrante (4,6 millones, 19,3% del total) abandonara al capital español, éste no tendría mano de obra, ni siquiera con los parados, para seguir funcionando. Algunos sectores y territorios atravesarían dificultades, y algunas empresas cerrarían porque su viabilidad descansa en las ayudas estatales y en la sobreexplotación de la fuerza foránea de trabajo. Estos capitalistas ven con buenos ojos a la inmigración, pero no tan bien su promoción ciudadana (preferibles sin papeles).

Esta necesidad que tiene el capital español de la fuerza inmigrante de trabajo tenderá a agravarse, si no media una crisis, una guerra o cualquier otro fenómeno que reduzca drásticamente el empleo. Además, será cada vez más generalizada por sectores, territorios y tipos de empresas, pues la escasez de fuerza de trabajo ya no solo afectará a determinadas ocupaciones. Es más la reproducción ampliada del capital exige en mayor medida la compraventa de la fuerza de trabajo -también la inmigrante- por su valor. De tal forma que no solo la integración en el mercado laboral, sino también al sistema educativo4, de la población extranjera se convertirá en un reto para el futuro de la sociedad española, pues a ello apunta el desarrollo del capital. Y con ello, la población inmigrante en España habría de avanzar en su condición ciudadana5 (regularización, papeles para permanecer, para trabajar, para residir, nacionalidad).

De hecho, el representante político del capital social, el estado, lleva tiempo poniendo el foco en el asunto inmigratorio y las ideologías que le rodean como el racismo o la xenofobia. En el caso español la inmigración da nombre a un ministerio, que tiene una Secretaría de Estado de Migraciones a la que corresponde elaborar y desarrollar la política del Gobierno en materia de extranjería, inmigración y emigración6. El pasado julio el gobierno aprobaba el nuevo Marco Estratégico de Ciudadanía e Inclusión contra el Racismo y la Xenofobia (2023-2027), que responde al compromiso de la Unión Europea de tener planes específicos renovando estrategias aprobadas en 2011 y 2014. En diciembre, la Unión Europea firmaba, tras cuatro años de discusiones entre países, el Pacto sobre Migraciones y Asilos. Por su parte, las Naciones Unidas comenzaron a sentar las bases de una amplia cooperación internacional en cuestiones relacionadas con la migración en dos Diálogos de Alto Nivel sobre Migración Internacional y Desarrollo, celebrados en 2006 y 2013, que culminaron en la Cumbre de las Naciones Unidas para los Refugiados y los Migrantes de 2016. En 2018 unos 150 países firmaron el Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular.

Todo este papeleo y reuniones, más allá de su discutible efectividad, vienen a poner de manifiesto que la inmigración transnacional es un tema que preocupa a los estados, y ello porque atender a esta cuestión es una necesidad para el capital. Este es el vector principal en la dinámica de la inmigración. Ahora bien, este movimiento no es lineal, adoptando avances y retrocesos conforme a la confrontación entre posiciones proderechos humanos y posiciones racistas o xenófobas, cuya raíz está en el enfrentamiento de clases.

Las posiciones proderechos están representadas por las organizaciones de los propios inmigrantes caso de los sindicatos de manteros, de las asociaciones y partidos que les incluyen como exponentes de los derechos humanos o de los sindicatos que les integran como extensión de la relación de solidaridad que caracteriza a la clase obrera consciente, que proclama la unidad de los trabajadores más allá de sus diferencias de raza o nación, entre otras. Además, cuentan con un ambiguo aliado, el estado, que expresa la necesidad del capital total de la sociedad actuando en consecuencia.

Pero, tienen enfrente la reacción xenofoba y racista. Estas ideologías expresan los intereses de los capitales en retroceso cuya supervivencia descansa en la explotación más salvaje y despiadada, que reclaman la inmigración pero con pocos derechos. También se nutre de sectores de la clase obrera con una bajo nivel de conciencia, bien porque compitan con la inmigración en el acceso al empleo o a los servicios públicos, bien porque le atribuyen la degradación de los barrios y la inseguridad ciudadana. Además, conectan con grupos de población identificados con aspectos reaccionarios que cuestionan la igualdad de derechos entre las personas según sus diferencias de ingresos, edad, sexo, nación, raza, religión o ideología, entre otras.

Esta reacción frente al lento, pero ineluctable, avance de los derechos de los inmigrantes está aumentando. Así lo pone de manifiesto el apoyo electoral que están recibiendo los partidos que enarbolan el racismo y la xenofobia. También el incremento de los delitos de odio en 2023 (33 %) hasta situarse en 1600 incidentes que supusieron 712 detenciones, de los que 604 y 235, respectivamente, correspondieron a delitos por racismo y xenofobia, según datos del Ministerio de Interior. Cuando no el espectáculo lamentable que ofrecen algunos aficionados en campos de fútbol realizando alusiones a la raza o color de piel de las personas que intervienen en el juego. Por último, sin pretender agotar las manifestaciones racistas y xenófobas de la sociedad española, los asentamientos chabolistas alrededor de la agricultura del plástico en Andalucía desde hace 25 años, denunciados por la ONU.

Sin embargo, y a pesar de los lentos progresos legislativos (la ley antirracista lleva tiempo en el cajón), y políticos (fraccionamiento político y funcional del estado que juega en contra), hay signos de cambio en determinados ámbitos. Uno es el mediático. La publicidad de algunos episodios racistas como el trato policial a dos personas negras en el barrio de Lavapiés. Así como el eco que despiertan los ataques racistas a deportistas, específicamente futbolistas. El mundo del futbol, es otro ámbito donde la cuestión se está moviendo, los jugadores de color más destacados empujan contra el racismo, caso del brasileño Vinicius. O la suspensión del partido Sestao-Majadahonda donde el portero senegalés Cheick Sarr se enfrentó a los aficionados que le insultaban provocando la retirada de su equipo; ante lo que la Federación dio por victorioso al Sestao, condenó a 2 partidos a puerta cerrada y 6 mil euros de multa al Sestao, y a dos partidos de suspensión a Cheick. Por no hablar de las manifestaciones barcelonesas de inmigrantes contra la Ley de Extranjería o las protestas laborales de las inmigrantes en la recolección de la fresa onubense, por citar algunas.

Todo esto pone de manifiesto que actualmente asistimos a una agudización del enfrentamiento entre las posiciones que defienden la mejora de las condiciones de vida de las personas migrantes y los que se muestran contrarios a ello, sin visos de amortiguarse a menos que haya cambio sociales y campañas concienciadoras al respecto.

En tanto no haya una sociedad que haga innecesario el forcejeo permanente para alcanzar la igualdad de derechos de las personas, estamos abocados a participar, consciente o inconscientemente, en la lucha migracionista de clases, con el fin de la plena integración laboral y la plena condición ciudadana de los inmigrantes. Ya está ocurriendo, y esto se incrementará en los próximos tiempos, con el permiso de los 4 jinetes del Apocalipsis.

Desde este punto de vista, prepararse para actuar libremente, esto es, con conocimiento de causa de las decisiones que se adoptan, nos parece necesario de cara a evitar quedar envueltos en la inercia populista que nos aleje del género humano que es la Internacional, como dice el himno de la clase obrera. De otra manera, tenemos pendiente abordar el análisis concreto de la situación concreta, que diría Lenin. Pues eso.


1Véase el Prólogo a la Contribución de la Crítica de la Economía Política de Karl Marx, https://www.marxists.org/espanol/m-e/1850s/criteconpol.htm

2Informe sobre integración de la población extranjera en el mercado laboral, 2022. Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. (https://www.inclusion.gob.es/oberaxe/es/publicaciones/documentos/documento_0141.htm)

3En el sentido que lo plantea Karl Marx en su capítulo XXIII sobre la acumulación de capital del primer tomo de El capital.

4Según el estudio del ministerio, el abandono escolar entre la juventud extranjera duplica al de la española.

5Para un desarrollo más amplio y riguroso de esto véanse los planteamientos del Centro para la Investigación de la Crítica Práctica (https://cicpint.org/es) y, particularmente Del capital como sujeto de la vida social enajenada a la clase obrera como sujeto revolucionario del profesor Juan Iñigo Carrera.

6Real Decreto 497/2020, de 28 de abril, artículo 5.