domingo, 21 de diciembre de 2025

La pobreza mundial: biología, economía, ideología, política…


Un debate recurrente entre la ciudadanía es la veracidad de la estadística oficial. Un ejemplo es el del IPC y hasta qué punto refleja la realidad de los precios que la gente encuentra en los supermercados o en las tiendas cercanas.

El artículo de Utsa Patnaik (1), economista india, cuestionando las cifras del Banco Mundial (BM, en adelante) que, año tras año reducen la pobreza extrema, invita a pensarlo.
Más allá del cuestionamiento que suponen otras estadísticas internacionales como las de la FAO (subalimentación, malnutrición infantil o inseguridad alimentaria), nos detendremos en: cómo se calcula, de qué manera se convierte en consenso oficial y cuál es su función.

El cálculo del umbral de la pobreza

El artículo de Patnaik nos informa de la técnica utilizada. En un año base se toma una cesta de consumo y se calcula cuanto cuesta en moneda local.
El siguiente paso es convertir ese importe en dólares internacionales, mediante la paridad del poder adquisitivo (distinto al tipo de cambio de mercado). Se hace un promedio de todos los países, calculándose el umbral mundial de pobreza extrema. El vigente es de 2021 que asciende a 3 dólares por día. 
Posteriormente, dicho umbral mundial en dólares se vuelve a convertir en moneda nacional, obteniéndose el umbral nacional de pobreza extrema.

aunque tiene truco

Si esto se hiciera recurrentemente, la cosa sería digerible. Pero, no es así. 
La cesta de consumo base se hace una sola vez, en función del año en que se elaboran las estadísticas de ese país. Por ejemplo, la cesta base de la India data de 1973. Esto ya plantea un primer problema y es que la población extremadamente pobre tiene sus necesidades congeladas, no varían.
El segundo problema es que el importe de la “cesta de consumo” se va actualizando según el índice de precios de la cesta y el índice general de precios; posteriormente se pasa a dólares internacionales con lo que vuelve a indexarse según precios internacionales; se hace un promedio, y vuelta a moneda local en base a indices generales de precios. Con todas estas idas y venidas monetarias (actualizaciones, promedios y deflactaciones) del importe en moneda local su referencia respecto a la cesta de consumo originaria queda escindida y alejada.
En el caso de la India: en 1973 las 49 rupias mensuales daban para una ingesta de 2200 calorías y situaba a la pobreza extrema en torno al 56 por ciento; en 2011, el umbral se situó en 816 rupias mensuales (ingesta nutricional de 1775 calorías) y la cifra de pobreza extrema en el 26%. En 2022, 1860 rupias mensuales y un 5 por ciento, respectivamente. Según Patnaik, con este importe una persona solo podría adquirir en torno a 3 litros de agua embotellada de la más barata, sin medios para acceder al resto de necesidades.

cuenta con la complicidad de los gobiernos

Bien, esto entra dentro de los cálculos que cualquier crítico del mundo actual puede hacer. Luego veremos el sentido que tiene. Más aún, teniendo en cuenta que las estadísticas son necesarias para que los científicos sociales puedan diseñar estrategias para actuar sobre las sociedades.
La pregunta se complica si tenemos en cuenta que los gobiernos, sobre todo las principales potencias (USA, UE, China, Rusia, India, etc) participan, y son cómplices, de esta manera de registrar la realidad.
Conviene detenerse en esta comunidad de intereses. Efectivamente, todos están de acuerdo en proporcionar buenas noticias a sus ciudadanos. Se entiende bien que, el gobierno indio, pongamos por caso, tenga interés en que una institución “independiente” como el BM informe que la India ha visto reducida su población en situación de pobreza extrema hasta un 5,25 por ciento para 2022. Se trata de un interés político.
Y se convierte en estándar de la comunidad científica
Por qué esta metodología recibe críticas marginales, al punto de tener el visto bueno de la mayoría de los académicos sociales.
Una primera razón es que el BM elabora y controla datos, indicadores y estimaciones con una metodología estándar que facilita la investigación.
Además, invierte en encuestas y sistemas estadísticos. También, integra a los académicos en la producción del marco interpretativo.
Pero, sobre todo, establece relaciones con las universidades mediante programas de investigación (KCP) que invierte en proyectos para investigadores; otorga becas como la McNamara que conecta jóvenes investigadores con economistas del Banco; ofrece programas regionales para académicos con estancias de investigación dentro del propio Banco; impulsa revistas (The World Bank Economic Review) y series de “working papers” para publicación y prestigio de los científicos.

porque favorece a la organización del capitalismo 

Nos queda ver por qué el Banco Mundial está interesado en presentar unos resultados tan positivos de la evolución de la pobreza en el mundo. Para responder necesitamos saber qué es el BM, quién lo creó y con qué interés, quién lo compone incluyendo sus departamentos técnicos y quién lo financia.
Brevemente: el BM es una institución financiera internacional compleja (integra IBRD, IDA, así como IFC, MIGA, DEC, ...); se creó en la conferencia de Bretton Woods (julio de 1944), donde el capital internacional discutió el orden monetario y financiero, bajo la hegemonía de USA; sus objetivos declarados son organizar el orden económico internacional, la reconstrucción y la promoción del crecimiento a largo plazo; hoy por hoy lo componen la mayoría de países, cuyos votos depende de las acciones, donde USA tiene mayoría y suele nombrar al presidente (actualmente Ajai Banga, indio, ex CEO de Mastercard); el DEC es el brazo investigador y estadístico, tiene delegaciones regionales y nacionales, en contacto con los organismos estadísticos de cada país y sus universidades; la financiación es a través de títulos de deuda (bonos en mercados internacionales), también obtiene rendimientos por los préstamos que realiza…; se autodeclara una organización que no persigue el máximo beneficio (irónico para quien lo exige a cambio de sangre a los países pobres), solo sostenerse.

aunque no soporte la crítica

Es como si dijéramos, lo expone el propio Patnaik, que los saltadores de altura mejoran cuando les bajamos la barra: efectivamente, cada vez hay menos saltadores  que no pasan por encima de la barra (pobres) a medida que bajamos su altura (consumo real).
En mi opinión es peor. Se produce una inversión: bajo la apariencia de que somos más exigentes con el nivel de pobreza (aumenta el importe monetario del umbral de la pobreza), lo que estamos haciendo es ser más laxos con la pobreza porque el consumo real para considerarse pobre es cada vez menor. En consecuencia, por explicación biológica, a medida que reducimos el consumo real quedan menos personas que sobrevivan.
Mirándolo bien, lo que hace el Banco Mundial es casi tautológico: la pobreza es cada vez menor porque cada vez quedan menos pobres (sobreviven menos personas a un consumo real ínfimo).

Conclusión

Cuando el BM dice que la pobreza mundial baja lo que nos está diciendo es que el sistema capitalista funciona estupendamente entre otras cosas gracias a su función. Con ello incluso las mentes más inquietas pueden tranquilizarse. Y no es una mera ocurrencia o discurso ideológico sesgado de esta institución, sino que aportan la evidencia empírica (las estadísticas que ellos producen); respaldadas por los gobiernos; y, con la legitimación de la comunidad científica que hace uso acrítico, cuando no cómplice, de los recursos del Banco Mundial.
Así el homicidio capitalista avanza legitimado por la ideología y apologética de la materia gris de una Humanidad, que necesita en mayor medida la crítica científica de la realidad y del conocimiento que la respalda, iniciada por Carlos Marx con su Crítica de la Economía Política.

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