martes, 8 de octubre de 2024

Apuntes sobre el método (VII)

El conocimiento lógico-dialéctico

Los problemas que plantea el fundamento logico-formal en el conocimiento no han pasado inadvertidos para muchos marxistas que han visto la oportunidad de sustituir la lógica formal por la lógica dialéctica.

Si la aplicación de la lógica formal nos daba una forma de conocimiento que denominamos representación lógico-formal, en el caso de la lógica dialéctica se obtendría una representación lógico-dialéctica.

Esto ya nos advierte de que las causas que subyacen a los problemas de la verificación y de los principios (o axiomas) no quedan resueltas, pero veamos con algo de detenimiento qué sería la lógica dialéctica.

Los principios de la lógica formal son sustituidos por otros que son dialécticos: así se renuncia al principio de identidad y se admite que algo puede tener una forma distinta de su contenido; también, y frente al principio de no contradicción, se admite que puede haber contradicción. 

Este planteamiento es un avance respecto a la lógica formal porque incorpora el movimiento mejorando la capacidad explicativa del conocimiento, pero mantiene algunos de los problemas con que se encontraba la representación lógico-formal. En primer lugar no deja de ser una lógica, o sea una construcción exterior que sustituye la necesidad real del concreto por una necesidad artificial (en este caso la lógica dialéctica). Por ello, sigue conservando los problemas de verificación del conocimiento que ya veíamos en la representación logico-formal. Tampoco elude los problemas planteados por la paradoja de Russel sobre la veracidad de los fundamentos del conocimiento basado en la lógica dialéctica. Todo ello conduce a la bancarrota de fundamentar objetivamente este conocimiento. Por tanto, la salida sigue siendo el subjetivismo y su expresión política, el voluntarismo.

La renuncia al conocimiento objetivo abre el paso a los planteamientos subjetivistas sobre la acción política de las clases, particularmente de la clase obrera. Cualquier problema como el paro, el cual podemos medir con un grado de precisión asombroso pero que no podemos explicar objetivamente, es tratado subjetivamente. La explicación es subjetiva, se trata de un problema de voluntad, bien de la voluntad de los agentes políticos (gobiernos y partidos), de los agentes económicos (empresarios, y consumidores), de los agentes sociales (asociaciones de empresarios y de trabajadores) o simplemente un problema de voluntad de los individuos (parados, trabajadores o capitalistas). Pero qué explica la voluntad; los teóricos dirán, la libertad, y ¿qué explica la libertad?; la naturaleza. Somos seres libres por naturaleza.

Antes de entrar en el método de conocimiento que emplea Marx, nos detendremos en respondernos a una cuestión: si el conocimiento lógico tiene las limitaciones vistas por qué es dominante en el desarrollo capitalista, y por qué a pesar de todo se abre paso el conocimiento que lo cuestiona, primero en su forma original, la reproducción del concreto por la vía del pensamiento, y más tarde bajo la forma de conocimiento lógico-dialéctico.

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